Campo de la Cruz, un municipio del departamento del Atlántico, al norte de Colombia, está viviendo uno de los veranos más intensos de los últimos años. Según el IDEAM, la temperatura promedio en la zona ha aumentado en 2 grados centígrados respecto al año pasado, y se espera que siga subiendo en los próximos días.
Esta situación ha generado un grave impacto en la ganadería y la agricultura, las principales actividades económicas del municipio. Por un lado, la sequía ha reducido la disponibilidad y la calidad del agua, tanto para el consumo de los animales como para el riego de los cultivos. Esto ha provocado la disminución de la producción lechera y cárnica, así como la pérdida de cosechas de maíz, yuca, plátano y frutales. Por otro lado, la alta temperatura ha aumentado el estrés térmico y la susceptibilidad a enfermedades y plagas de los animales y las plantas. Esto ha generado mayores costos de producción y menor rentabilidad para los productores.